Durante el 2024, estudiantes de la Escuela Tecnológica Ingeniero Giúdici (ETIG) tuvieron la oportunidad de participar en la Olimpiada Matemática Argentina, un desafío que no solo puso a prueba sus conocimientos, sino que también fortaleció lazos de amistad y trabajo en equipo.

Un espacio para aprender y compartir

Participar en una competencia nacional de este nivel supuso un verdadero reto para los estudiantes. Entre las largas jornadas de práctica, los nervios de los exámenes y el esfuerzo por compaginar el taller con las exigencias del resto de las materias, el proceso puso a prueba tanto sus habilidades como su perseverancia. No obstante, el esfuerzo valió la pena.

Para Ariel, uno de los estudiantes, participar fue “una experiencia hermosa” que le permitió explorar sus capacidades y hacer nuevos amigos. Giovanni destacó que estas olimpiadas fueron una oportunidad para salir de la rutina escolar, enfrentándose al reto de equilibrar el estudio con otras materias. Por su parte, Morena encontró en el taller de matemática un lugar motivador, donde aprendió que “la matemática no es solo algo estructurado, sino que se le puede buscar la vuelta a su forma”.

El aprendizaje fue un punto en común para todos. Bruno reconoció que esta experiencia le enseñó que “los únicos límites son los que uno mismo se pone”. Santiago valoró el tipo de razonamiento que desarrolló, útil no solo para la matemática, sino para otras disciplinas, mientras que Nicolás resaltó la importancia de aceptar los fracasos como un paso necesario para mejorar.

Los desafíos de una competencia nacional

Los estudiantes coincidieron en que los retos no faltaron. Desde la preparación en casa hasta manejar los nervios del examen, cada uno enfrentó obstáculos a su manera. Dani, quien participó por primera vez, mencionó la dificultad de adaptarse a problemas distintos a los habituales, mientras que Leo recordó los nervios que sintió al enfrentarse a los exámenes.

Sin embargo, las dificultades no opacaron los momentos de emoción. Entre los recuerdos más destacados estuvieron las premiaciones, la diversión y el compañerismo que se fortaleció en cada instancia del torneo.

La voz de la docente

Gisele Kuhn, profesora y coordinadora del taller de Olimpiadas de Matemática que se reúne todos los viernes, describió este espacio como un punto de encuentro donde los estudiantes no solo desarrollan sus habilidades matemáticas, sino también aprenden a colaborar y a superar frustraciones.

El taller, año tras año, acompaña a los estudiantes en su camino hacia la Olimpíada Matemática Argentina y otras competencias como el Torneo de Geometría e Imaginación, con resultados que van más allá de las medallas. “Las olimpiadas nuclean el saber, el conocimiento y la diversión, al mismo tiempo que emergen amistades, compañerismo y solidaridad, recreando un espacio de tal magnitud que no he encontrado en otro lado”, destacó la docente.

Con un enfoque en la formación integral, el taller se organiza en clases dinámicas, con actividades colaborativas y desafíos que preparan a los estudiantes para las distintas etapas del certamen. Este año, además de participar en la Olimpiada Matemática Argentina, el grupo se destacó en el Torneo de Geometría e Imaginación y en competencias organizadas por la Facultad de Ciencias Económicas de nuestra Universidad.

Más allá de los contenidos matemáticos, el taller también aborda las emociones que surgen en el camino. La frustración de no alcanzar una instancia final, el estrés de los exámenes o incluso el orgullo por los logros ajenos son parte del proceso. “Conversamos sobre las emociones, las frustraciones de no llegar al Nacional, el comprender que son desafíos y que la fuerza es grupal. Si alguno no llega a la final comparten la emoción de que pasó un compañero”, aseguró Gisele, y agregó “desde mi rol docente, poder fomentar el gusto por la matemática y tener este espacio, es más que gratificante”.

La participación en estas olimpiadas dejó una huella significativa en todos los involucrados. Para quienes participan, estas instancias no solo enriquecen sus habilidades analíticas, sino que también les enseñan que los logros más significativos son aquellos que se construyen en conjunto.

¡Felicitamos a todos por el esfuerzo realizado!