TESTIMONIOS DE LA FACU

TESTIMONIOS

En el Día Internacional de la Mujer y la Niña la Ciencia, docentes, investigadoras y estudiantes de nuestra Comunidad académica nos compartieron sus experiencias y reflexiones acerca de qué significa para ellas trabajar en STEM y su mensaje para quienes inician su camino en estas áreas.

Irma No – Master en Ingeniería en Sistemas de Decisión – Licenciada en Matemática

A las niñas y jóvenes que poseen esa inquietud por saber y sienten alguna conexión con las ciencias; las mismas que se emocionan cuando logran encontrar respuestas sin esperar que otros lo hagan por ellas; para las incansables exploradoras, buscadoras de porqués y generadoras de preguntas (…) a todas ellas les propongo ser parte del gran colectivo de mujeres STEM que sintió y siente lo mismo que ustedes y les cuento que esa pasión no se apaga ni se extingue, sino que, muy por el contrario, se alimenta de más ganas de saber y hacer. Sigan siempre su vocación, trabajen para alcanzar lo que sueñan y disfruten del aprendizaje logrado

 

Carla Bertoglio – Ingeniera Industrial 

Pienso en dos palabras: desafío y esperanza. Estamos en un proceso de cambio y, si bien, ser mujer en STEM implica enfrentarse a un montón de desafíos también somos cada vez más las que tenemos la oportunidad de desarrollarnos en este ámbito, lo que me da esperanzas de que en algún momento sea un hecho la igualdad de oportunidades.
Lo que más me gusta de desarrollarme en este campo es el trabajo en equipo. Ya que para llevar a cabo los análisis para brindar soluciones es fundamental la participación de equipos multidisciplinarios, de distintos géneros, con diferentes edades. Esto permite tener miradas distintas pero a la vez complementarias para alcanzar la mejor solución posible.

 

Milagros Tevez Sauco – Estudiante de Ingeniería Mecánica 

 

Para mi ser mujer y trabajar en STEM significa hacer valer el esfuerzo y lucha de mujeres de generaciones pasadas en este espacio. Y a su vez, seguir abriendo camino para las que vendrán después de mí. 

A las jóvenes que están iniciando les digo que no se detengan por nada del mundo. A las que están dudando las aliento a seguir este camino con la promesa de que será maravilloso, apasionante y desafiante.

Liz Cruz – Máster en Ciencia y tecnología de los materiales Ingeniera Industrial
Formar parte de STEM como mujer me llena de orgullo, es un campo que no suele ser la primera opción para muchas, sea por desconocimiento o mitos que aún siguen dando vueltas. Y hoy ver más colegas en este mundo me llena de felicidad, ya que demuestra que todos y todas podemos siempre aportar algo más.
Trabajar en STEM ha desarrollado competencias en mí que desconocía y ha generado mayor interés por temas que sentía lejanos (…) A las jóvenes que están en sus primeros pasos, les aliento a continuar, es una rama que tiene mucho por explotar! 

 

Stella Grillo – Ingeniera mecánica 

Lo que más me gusta de trabajar en STEM es que puedo, desde las diferencias, complementar y enriquecer el trabajo. Stella Grillo: A las jóvenes que están iniciando sus estudios o que aún no se deciden les diría que no tengan miedo en desplegarse en estas áreas, tenemos mucho que aportar, llevando siempre con orgullo nuestra mirada sobre las cosas.  Desplegarse profesionalmente siendo una misma es lo más gratificante.

 

Paula DiMarzo – Profesora en Física – Lic. en Ciencias Aplicadas
Para mí ser mujer y trabajar en STEM significa poder realizarme como persona integral, intentando respetar y cuidar mis concepciones acerca de una sociedad más igualitaria, inclusiva y sustentable, en pos de disminuir sesgos culturales en cuanto al género y sus históricas restricciones. Es un área que demanda mucha creatividad, flexibilidad y compromiso. Además, es un trabajo que se proyecta y se realiza con y para otrxs y qué presente y futuro construimos, habiendo aprendido importantes lecciones del pasado no muy lejano.

El presente demanda tomar decisiones y acciones urgentes en base a la información, la ciencia y la tecnología, para trazar un camino hacia esa sociedad más igualitaria, inclusiva y sustentable, y que es posible. Es hora de involucrarse en el propio futuro que es con otrxs.

 

Priscila Sozonik – Estudiante de Ingeniería Mecánica

Trabajar en STEM es un desafío de cada día, que implica cambiar la cultura y el pensamiento que ya ha quedado obsoleto para que en un futuro no tan lejano podamos ser más en este rubro. Lo que más me gusta de trabajar en STEM es sentir que estoy en el camino que quiero y que te incluyan sin importar de qué género seas. Si bien queda mucho por trabajar todavía, he notado un gran avance en estos últimos años que ojalá sean permanentes. 

 

Darina Boychenko – Ingeniera Industrial

​​Mientras hacía mi carrera compartía las cursadas con compañeros que trabajaban en fábricas, líneas de producción, talleres de elaboración de piezas, algo bastante obvio para quien decide estudiar Ingeniería, pero por alguna razón ese era un mundo totalmente desconocido y lejano para mí. Y no es que no lo haya intentado: al siguiente día de haber obtenido mi título secundario salí a repartir mi currículum por todas las fábricas y galpones de la zona, pero la mirada de quien lo recibía ya me daba la pauta de que ni siquiera lo iban a considerar. Con los años, me fui construyendo, superando. Pasé por puestos como Atención al Cliente, Vendedora, Data Entry, y me especialicé en Servicios: Logística y Comercio Internacional. Hoy entiendo que todo lo vivido aporta su granito de arena, el camino no es ni será lineal.

Ser Ingeniera me fortaleció, me dio mucha confianza como profesional, me permitió acercarme a aquellos espacios que creía no eran para mí. Deseo que cada mujer, joven y niña que sientan interés por las STEM, sepan que es un mundo maravilloso de aprendizaje y creación, que abre caminos inesperados y de mucha gratificación. 

 

Analía Figueira – Ingeniera en Ecología

A veces es difícil compaginar la vida cotidiana y familiar, que muchas veces se superpone sobre la vida científica y viceversa. Pero también, trabajar en STEM es un reto emocionante que me enorgullece todos los días.  Otro obstáculo claramente visible es el techo de cristal en el ascenso de nuestra carrera, que por suerte ya hemos comenzado a romper.
Si bien no somos pioneras en la rama, me enorgullece tener la posibilidad de continuar el arduo camino que nuestras antecesoras consiguieron allanar. Ayudar a mejorar las condiciones para las jóvenes mujeres científicas, tecnólogas, ingenieras y matemáticas es un sentir extraordinario.